lunes, 8 de agosto de 2011

El Sentido Sin Día.


Con el cielo oscuro,
abrí los ojos y nada brillo, 
cubrí mi cara con la sabana
para concebir un sueño fuera de realidades diurnas,
en vez de eso, un chorro de fluidos comenzo a caer en mi torso sin mojarme,
espere al helado pero no me alcanzo,
escuche que caía  desde los pies de la litera,
llegue a pensar que había un gato orinando,
pero luego lo olvide.

En mi mañana, (2 pm.), 
hervía una tetera rebalsada y otra con té,
no sé para que,
solo lo hice,
abrí a mi fiel termo y mire su cuerpo;
muy liso; muy calmado,
no era suficiente,
entonces introduje mi oreja,
la apoye en su boca
y su voz cerro mis ojos de paz.

¡El té me grito que se recocía!,
así es que tuve que pausar al termo,
cuando llegue a la cocina
observe a la teterilla alaraqueando las pulguitas del oscuro té
que saltaban como polluelos queriendo un gusanito,
y les sonreí,
la apague,
fue bonito.

Me senté en el sillón a mirar toda una pelicula
sin saber el propósito,
sin entender la causa,
solo observe al protagonista de ojos verdes
que se parecían a los tuyos
y serví mi té bien oscuro,
por que no había motivo de parar.

Me senté en el comedor,
por que el sillón ya me quedaba grande,
me mire en el reflejo del barniz de la mesa,
de antaño mi cara se veía quebrada,
sonreí para ver si dejaba de parecer un fantasma
y lo  logre.
Me quise abrazar,
así es que apoye mi rostro en mi reflejo
y mis ojos quedaron dirigidos a la ventana,
que lloraba solo ella sabe, quizás de cansancio,
puede que de alegría,
puede que de rutina,
pero la acompañe un rato.


Paolispy.

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