Soy la sustancia nociva,
me sumerjo en regaloneos peligrosos;
te aprieto, te muerdo, te beso,
te toco poco a poco;
recitando con mis manos lo que quiero,
viendo sin mis ojos; y sin sentir siento,
soy lo que escogiste,
eres lo que me toca,
lucha con eso,
tu sustancia nociva cuando me vuelvo loca.
Digamos que no me quieres;
digamos que me purifico y lo asumo,
digamos que soy misteriosa
y mi biología te provoca,
no hay tantas palabras,
pero la energía no habla:
se conecta...contigo,
como la canción:
ombligo con ombligo.
No tengo poder de convencimiento,
pero quiero hacer magia.
Nada de esencias; alcohol es la idea.
Los archienemigos
quieren capturarme,
¡llevarme! a su temor.
Objetos sensuales:
soy el objeto;
la creación me toma por completo.
Ando muy terrenal,
me cuesta mirar hacia los lados,
me dirijo hacia los cuerpos
de manera asexuada,
agresivamente masturbando labios;
manoseando torsos de belleza exótica,
de maneras básicas:
nada volátil; nada con alas,
pero de sensaciones extrañas,
que dan ganas de volver a sentir.
Dime lo que sin conocer;
muchacho tu que me ves,
apuestas a creer,
que no te me quedas pegado,
pero cuando nos vemos,
¡hay que ver!.
Mis ojos quedan trajinados con tu imagen,
tus ojos ya no ven lo que deseo y no sabes.
Gritos de Cuerpo.
Paolispy.
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